Es difícil que tu tecnología (desde tu reloj digital o teléfono hasta tableta o computadora) no tenga tecnología GPS (del inglés “Global Positioning System”) la cual permite ubicarte con mucha precisión en el lugar en el que te encuentras en cualquier momento.
Son muchos los usos productivos de GPS, tales como servicios de navegación que usamos en el auto, bicicleta o a pié para ir de un lugar a otro desconocido, o poder estar al pendiente de nuestros seres queridos en todo momento, rastreándolos con mucha precisión.
En el medio empresarial, el empleo de esta tecnología permite ubicar dónde se encuentra la mercancía que está siendo transportada, y en empresas de logística aporta información de que tan bien o mal conduce un chofer. Si roban un vehículo, esta tecnología ayuda a ubicarlo rápidamente.
Sin embargo, estos servicios pueden ir en nuestra contra cuando sin saberlo, alguna persona con malas intenciones nos ubica y sigue sin nuestra autorización ni conocimiento.
Y así, podemos tener que personas maliciosas pueden implantar este tipo de dispositivos sin nuestra autorización o conocimiento en nuestra ropa, accesorios tales como un portafolio o bolsa o incluso penetrar los datos de nuestro propio teléfono móvil para poder ubicarnos sin nuestro consentimiento.
En un episodio en mi podcast toqué la forma maliciosa del empleo de “geo rejas” o en inglés Geo fences. Para ello es indispensable el empleo de tecnología GPS, y podemos incluso dirigir mensajes a personas que por su ubicación pueden ser propensas a modificar su comportamiento sin sentir que están siendo manipulados.
Ahora, los criminales van más allá y son capaces de ubicar nuestras trayectorias, nuestra ubicación exacta, y la duración en la que estamos en un sitio específico, solo por dar algunos ejemplos.
¿Qué puede hacer un criminal con servicios GPS en contra nuestra?
Acoso
El primer aspecto es acosarnos, esto es vigilarnos o espiarnos de forma silenciosa y no en persona. En algunos casos investigadores privados implantan dispositivos GPS en la ropa o vehículo de la persona en la que están interesados para casos de demostración de adulterio.
Sin embargo, un maleante puede hacer lo mismo para saber cuando estamos fuera de nuestro domicilio y así tener conocimiento de nuestra ubicación, para que, al estar fuera, puedan entrar al domicilio y robar lo que se desee.
Robo
En otros casos, el saber exactamente donde nos encontramos da la opción a un maleante de encontrarnos desprevenidos para perpetrar un robo, violación o simplemente espiarnos. Lo peor es que puede que nosotros no sepamos que estamos siendo acechados por una persona.
Manipulación
Como se comentó anteriormente, el poder ubicar donde estamos y saber por contexto que se trata de un evento deportivo o artístico, reunión de trabajo o conferencia puede darnos mucha información indirecta de nuestro perfil, de nuestros intereses e intenciones, de tal suerte que si se sabe por ejemplo que invertimos un buen tiempo en el banco, puede que estemos retirando una fuerte suma de dinero, y además de saber esto pueden ubicarnos en todo momento para decidir el mejor lugar para asaltarnos.
¿Qué hacer para evitar ser una víctima de GPS?
Definitivamente podemos reducir los riesgos de ser una víctima de espionaje, acoso o manipulación por el empleo de tecnologías GPS. Algunos de los puntos son:
- Mantener apagados los servicios de GPS: En pocas palabras, solo tenerlos encendidos cuando los estemos usando
- Tener buena configuración de seguridad: El teléfono, tableta, reloj, etc. puede ser configurado con mecanismos para alertarnos de que se nos está espiando o incluso bloquear que esto suceda
- Buenas contraseñas: Si es fácil averiguarlas, se puede manipular remotamente nuestra tecnología.
- Borrar ubicaciones: Es ideal borrar permanentemente ubicaciones guardadas por las aplicaciones.
- Analizar aplicaciones: Algunas no lo indican, pero encienden los servicios de GPS, es importante restringir esto sin nuestra previa autorización
- Si se usa un GPS en un auto: NUNCA tener direcciones guardadas, menos de nuestra casa u oficina, además de eliminar o simplemente nunca guardar nuestra historia de navegación.
Como conclusión, los servicios de navegación nos han simplificado la vida y mejorado la eficiencia, pero esto solo cuando son empleados por nosotros en plena conciencia de que lo estamos haciendo porque, precisamente, queremos hacerlo.
Sin embargo, debemos estar a la ofensiva de cualquier aplicación o servicio que aparente “inocencia” cuando en realidad lo que busca es perfilarnos o incluso espiarnos.
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