
Hace poco un cliente me pidió interactuar con un intermediario “de valor” que tenía los fondos con los que debería de pagarme, esto es, en pocas palabras, aunque mis servicios eran para una empresa específica, el dinero lo tenía una empresa llamémosle, intermediaria, que tenía el dinero que se me debía de pagar y eso era todo lo que debía de hacer.
El precio por pagar se conocía por ambas empresas desde un inicio, esto es, quien recibiría mi servicio y quien debía de pagarme.
Ahora bien, la empresa intermediaria que todo lo que debía de hacer era pagar en una fecha acordada, decidió abusar, pasarse de lista, o hacer un aparente despliegue de prepotencia sin razón aparente para aplazar de manera unilateral el pago.
Independientemente de las razones de esa empresa intermediaria, quiero dejarte saber varias cosas:
- Si esa empresa no podía pagarme, debía de externarlo desde el momento en el que había aceptado esa actividad
- No iba a pagar y ya… por pagarme, iba a cobrarle al cliente final un porcentaje sobre mi trabajo sin hacer nada más que pagarme, esto es algo así como no menos de 10% y hasta un 15%. Como puedes notar, esta cantidad no es nada despreciable, por el simple hecho de pagar ganar ese porcentaje simplemente no hay una inversión segura que lo permita, y en especial por no hacer nada más que pagar.
Y así, en la fecha de pago, antes de efectuar mi servicio, esa empresa, simplemente optó por no pagar, esperando que mi empresa acatara su decisión solo porque sí.
¿Cuál fue su sorpresa cuando hablé con nuestro cliente común y le comenté que lamentablemente no iba a hacer el trabajo solicitado? Bueno, escuché de todo:
- Que ese proceder era informal. ¿De verdad informal? Todo estaba listo de nuestra parte, pero simplemente no íbamos a hacer algo que no se cumplió del otro lado. ¿Informal no será el que no respeta su parte de un acuerdo?
- Que simplemente teníamos que hacerlo “porque si”. En fin… Este punto es de risa. Las cosas no se hacen “porque si”.
- Que era “poco profesional” enterar al cliente final. Por el contrario. Poco profesional es no cumplir con lo comprometido.
Lo malo es que, en prácticamente 33 años con la empresa, esto ha sucedido como unas 4 o 5 veces incluida esta, con empresas abusivas que tratan de hacerse ver como que son muy grandes, pues actúan como “empresas públicas” pidiendo documentación extraordinaria para hacer los pagos, cuando en realidad, se ve que tratan de ponerle mucho papeleo y burocracia a situaciones que deberían de ser muy fáciles, de fluir de forma simple, y de respetar lo que el cliente final de ambos deseaba pues fue este último quien verdaderamente deseaba nuestro servicio.
Pues de mala gana, esta película terminó pagando el acuerdo un poco después, con la “sentencia” de no volvernos a emplear en lo que a ellos les correspondiera, y en realidad, allí si estamos en un sentimiento mutuo, pues, por supuesto que con este actuar, si llegan a usarlos de intermediarios de poco valor para simplemente pagar lo que se requiera sin pensar en nada más, de nuestra parte deberán siempre de pre pagar 100% de los compromisos con nosotros o mejor que si nos cumplan no acercarse a nosotros, y yo agregaría aquí: “por favor”.
Para mi esto se ha convertido de un tiempo acá en un abuso continuo de intermediarios de poco o nulo valor, y es ese sentimiento de ser el dueño de nuestro servicio, buscando servilismo y silencio de nuestra parte.
Esta actitud la veo también en otros campos con empleados en empresas. Explico:
Tu como una persona que eres empleada en una organización no le debes ni un poquito de lealtad a esa organización más allá de la lealtad con la que esa organización te corresponde a ti.
Si, por ejemplo, esa organización está dispuesta a correrte sin motivo alguno, por igual, tu tienes todo el derecho de dejar ese trabajo cuando quieras y sin remordimiento alguno.
Si esa organización no está dispuesta a hacer un compromiso formal y cumplir con lo que se te ofreció, si no invierte en tu bienestar ni en ver como logras tu éxito personal y tu máximo potencial, tu tampoco tienes ninguna obligación en invertir tiempo ni esfuerzo en que ellos tengan éxito o prosperidad.
Todo lo anterior, suena horrible, suena a un desligamiento total, pero, en mi opinión, seas un proveedor, o seas un empleado:
- Los compromisos se cumplen y por eso se llaman compromisos.
- Si no se honra un acuerdo, tienes todo el derecho de no cumplir tu parte
- Ser un proveedor, no es estar por debajo de un cliente, es una relación equivalente, y el cliente paga por tu servicio lo que vale ese servicio, no más ni menos. El cliente y el proveedor en consecuencia están al mismo nivel.
- Si lo anterior ocurre, lo mejor es no trabajar con ese tipo de empresas, seas proveedor o una persona empleada en ellas.
Finalmente, ya estuvo bueno esto de las excusas, de decir que esto es provocado por la pandemia (esto está muy de moda últimamente, y es ridículo) y en especial en que en los negocios el cliente siempre tiene la razón. No, no siempre, en especial cuando no se es cumplido, pues afortunadamente, la inmensa mayoría (salvo 4 o 5 en 33 años) han querido pasarse de “vivos” recibiendo una desagradable sorpresa y honrando la frase de que “el fuerte es fuerte mientras el débil quiere”.
Seamos profesionales, honremos los acuerdos, aseguremos que podemos o no hacer y evitemos molestias innecesarias.
Por favor, si estás en una situación similar, reenvíale a esa empresa o persona estas ideas, pueden ayudarte a “motivarlo”.