
Hay en general 3 tipos de redes sociales a mi modo de ver:
- Las de micro mensajes como Twitter o Tiktok
- Las sociales como Facebook o Instagram
- Las de negocios como LinkedIn
Y existe una loca necesidad de pensar que lo más importante es tener muchos pero muchos seguidores.
No importa que los conozcas o no. No importa si pueden representar un riesgo a tu integridad, por poder ser personas que están estudiándote para hacerte desde un fraude hasta el robo por completo de tu identidad. No. La mayoría de las personas desean “coleccionar” seguidores como si fueran estampas de un álbum, o monedas raras de una colección.
A mi modo de ver, este comportamiento es errático, es ridículo, en especial es peligroso.
¿De verdad los que hacen esto consideran que están en el camino a lograr el codiciado título de “Influencer”?
Los que piensan así no pueden estar más equivocados. No solo porque ser Influencer implica algo más que seguidores. Implica aportar contenido para esos seguidores, de hecho, los seguidores se interesan en contenido, y ocasionalmente y en contadas personas obedece a ya ser personas de interés público, tales como artistas, figuras políticas, deportistas, actrices o actores, en fin, personas que ya habían ganado un reconocimiento público, social, de negocios, etcétera.
Y, precisamente pensando en este aspecto, te comparto la forma cuando menos en la que yo he decidido como saber cuando aceptar o no a alguien en redes sociales.
Donde todos califican: espacios públicos
Si se trata de Twitter, un blog o podcast, mi opinión es que deben ser de suscripción abierta. Quien guste debe de poder seguir la información que se publica, y además se agradece que lo hagan, pues lo que indican es que gustan en general de ver tu contenido.
Obviamente, la idea es que recuerdes que lo que publiques quedará permanentemente distribuible y además no podrás despojarte de su autoría. Tu eres responsable de lo que haces en estos espacios, en pocas palabras compórtate como quieras ser recordada o recordado como persona.
Donde debes seleccionar quien es o no un seguidor
Mi opinión personal es que si se dicen ser tu amistad o alguien relacionado con los negocios y/o tu vida laboral, personal y/o profesional, solo debes de vincularte con personas que verdaderamente conoces, y no solo eso, sino que además estés en la disposición de recomendárselos a alguien más, pues la idea de LinkedIn por ejemplo, es recomendar dentro de tu red a otras personas que conoces para que entre ellos puedan por igual hacer negocios gracias a que tu los vinculaste, lo cual es muy diferente a que alguien “te pida” relacionarse contigo de la nada.
Para este caso yo te propongo un sencillo criterio que leí en el Harvard Business Review, de Alexandra Samuel, que puede aplicar a toda persona que te “pide” vincularse y ese criterio es la relación de pedir/hacer un favor.
La idea es que en redes de este tipo solo se acepta y/o se pide vinculación con personas a las que se estaría dispuesto a hacerles y pedirles un favor. Si no aplican las dos opciones, esto es, no estaría dispuesto a hacerles un favor y a pedirles un favor, en realidad, no me puedo vincular con esa persona.
Estos casos son del nivel de confianza que demandan redes como Facebook, Instagram o LinkedIn.
De esta forma, te afirmo que jamás tendré por ejemplo a ciertos miembros de mi familia, por más “parientes” que sean, simplemente de ninguna manera son mis “amigos” (¿si has escuchado el lema ese de que “la familia no se escoge”?)
Por igual, no me vinculo con quien no conozco, pero por supuesto que los contacto, por supuesto que les pregunto si se les ofrece alguno de mis servicios y por supuesto que si se vuelven clientes o proveedores y nos terminamos por conocer se volverán contactos, pero nunca antes de eso.
En especial, cuando de verdad no conozco a una persona, revisar su foto, perfil y muy en especial si tenemos contactos en común puede ser la guía para decidir si puede llegar a ser una vinculación o no. ¿Has escuchado el famoso lema de “dime con quien te llevas y te diré quien eres”? Esto precisamente aplica en este tipo de redes.
Obvio, en Facebook e Instagram, el espectro es más amplio, y son relaciones no necesariamente de trabajo, sino literalmente amistades y/o conocidos. Pero “conocer” a alguien es algo real, debes de saber quien es esa persona o quien te lo refiere. En caso contrario, en mi opinión puede ser un riesgo a tu seguridad o quedar como una persona tonta cuando alguien en tu red te pide que los vincules con un supuesto conocido que en realidad no conoces.
Conclusión: todo depende a lo que te dedicas
La conclusión es muy sencilla: Depende tu profesión la forma de tu vinculación. Hay personas que necesitan tener muchos conocidos, allí ni hablar, acepta todo lo que puedas, pero la calidad de tu red no será muy clara ni precisa. Si aceptas selectivamente, solo podrás hacer negocios con conocidos de tus conocidos, pero siempre sucede (es mi caso, hago de 3 a 4 negocios con desconocidos por año) porque todos nos conocemos bien y estamos dispuestos a dar un paso en este sentido. Y en medio de quien acepta a todo mundo y quienes aceptamos a los que realmente conocemos hay un mundo de opciones.
Debes de sentir comodidad con lo que haces pero en especial solo te pido te cuides y cuides a tus amistades, recuerda que en muchas ocasiones todos pueden ver lo que publican tus conocidos, no les falles a ellos, cuida su información como cuidarías tu la tuya misma.