Es interesante ver cómo nos comportamos a veces en el uso y abuso de nuestras tecnologías personales. Casi 20 años atrás éramos muy celosos de no dar por ejemplo nuestra tarjeta personal de papel, pero presumíamos nuestro correo electrónico y eso nos hizo caer en el terrible mundo del correo no deseado o SPAM.
Esto llevado a hoy lo representa nuestra presencia en redes sociales y aplicaciones de colaboración.
Así vemos por ejemplo que en Whatsapp hay una creencia de sentimiento de tranquilidad y confianza, tal como si los contactos y/o grupos con los que platicamos por ésta aplicación están “blindados” por una barrera invisible de seguridad, pero, por otro lado ni siquiera tiene contraseña ése teléfono y además se trata de ser muy “precavido” en el mundo real. Analicemos estos dos puntos un poco más.
Riesgos de ausencia de contraseñas en el celular
Es muy simple. La idea de robar un celular hoy no es meramente el valor económico del equipo, sino que, gracias a no tener contraseña lo común es que el maleante lo aproveche para hacerse de una gran cantidad de dinero fácil de las siguientes formas:
- Hablando a sus contactos (si normalmente la gente tiene a su Papá bajo el nombre de Papá y así sucesivamente) e indicando que tienen a su familiar en un secuestro exprés y que tiene 5 minutos para deposita $2000 pesos en tal lugar o comprar tarjetas de pre pago de diversos productos o servicios para que se les indique su contraseña y así hacerse de productos o servicios
- Haciendo robo de identidad, publicando en sus grupos y/o con todos sus contactos que ha sufrido un percance y que le depositen por favor una determinada cantidad en tal cuenta de tal comercio donde comió, o la están apoyando para resolver su problema.
- Posteriormente amenazando a todos sus contactos con datos íntimos que pudo leer dentro de las conversaciones de Whatsapp y con esto extorsionarlos a su antojo de diversas formas
Solo por poner algunos ejemplos. Y todo esto por no tener contraseña. Muchos consideran que con las aplicaciones de “seguridad” del celular éste se puede borrar o bloquear, pero se tiene que recordar que muchas veces uno de estos teléfonos puede ser rápidamente clonado, o bien descargada toda su información. En pocas palabras, el equipo celular es lo que menos importa.
Riesgos por la forma de usar los grupos y contactos
De entrada son muy obvios sus nombres y esto facilita todo lo que un maleante puede hacer. La forma de poder ver en que “riesgo” se encuentra alguien es viendo:
- Qué tan obvios son los nombres de los contactos y grupos
- Dónde se guarda la información de las pláticas (Normalmente en el mismo celular)
- ¿Qué tan delicado es que Whatsapp tenga en sus equipos toda esta información de cualquier persona y de todas sus conversaciones
- En ciertos equipos se almacena toda la información en una memoria que puede sustraerse del equipo y copiarse
Por mencionar los riesgos más comunes.
A manera de conclusión, se debe de entender que Whatsapp debe de observar las mismas precauciones que cuando se está en la calle. Normalmente somos reservados. Realmente solo interactuamos con las personas que conocemos y evitamos la interacción con desconocidos, cerramos nuestras casas con llave, a veces 2 o 3 chapas.
Lo MISMO debe de ser en el caso de Whatsapp. Se debe proteger el teléfono, cambiar los nombres de las personas a algo que no sea obvio, y entender que lo que se escriba en Whatsapp es almacenado en el celular y en la aplicación. Por lo anterior, si algo es muy delicado es mejor hablarlo en persona.