
Pasa muy seguido. Los departamentos de compras el incluso los tomadores de decisiones buscan los plazos más largos para pagar y los precios más bajos.
Cuando vemos que empresas pueden cumplir con estas características, normalmente algo tiene que sufrir.
- No va a cumplir exactamente con lo que se deseaba, porque lo hace por economías de escala, con mano de obra muy barata, o incluso mucha automatización. La conclusión es que no se tendrá exactamente lo que se desea. No habrá precisión
- No va a tener la calidad deseada, resolverá parcialmente lo que se quiere y esto provocará a su vez que el desempeño de lo deseado no sea el óptimo. Esto a su vez provocará múltiples correcciones, múltiples cambios y nunca se logrará lo que se desea
- No tendrá un servicio espectacular, es más, puede que los tiempos de respuesta vayan de tiempos indefinidos a simplemente no cumplir con hacerlo ni en tiempo ni en forma.
Sin embargo, la “falsa expectativa” es que dejamos la decisión a la suerte. Si no funcionó esa empresa “barata” se opta por buscar otra empresa igualmente “barata”.
Lo peor: si sumas lo que se paga en estar cambiando de proveedor y además lo que representa internamente para el negocio en términos de incumplimiento provocado en cadena por las fallas de los proveedores, las consecuencias de descuentos y cosas que se den gratis por incumplir, y el terrible costo de la mala fama, el resultado hubiera sido que era mucho más barato tener un excelente proveedor que estar cambiando de mal proveedor barato en mal proveedor barato.
Entonces, vemos que deseamos un proveedor que sea
- Preciso: todo pasa como se planeó, es más se sub promete y se sobre entrega.
- Con calidad: Los resultados siempre son los esperados, en tiempo y forma.
- Gran servicio: Se anticipa a lo que se necesita, se predice lo que se requiere y puede responder a situaciones que benefician a los clientes de quien recibe el servicio.
Sin embargo, lo que se tiene que entender es que para contar con un proveedor así típicamente sucederán 2 puntos:
- El precio no es el más bajo y no se le puede decir “caro” pues caro es algo que se ofrece de forma idéntica entre 2 empresas y una tiene un precio menor. No. Es un precio DIFERENTE que ofrece las garantías deseadas.
- El período de pago no se tolerará en plazos ridículos. En ocasiones debe de ser incluso prepagado. En otros casos van de 8 a no más de 30 días. Todo más allá de 30 días que considero una majadería, puede que desmotive a estas empresas o bien lo acepten, pero a un precio mucho mayor que cubra con el castigo por tener que cubrir su flujo operativo de otra forma.
Lo peor es que las personas que deciden esto, lo quieren todo. Se molestan incluso por saber de sus políticas de cobro y precios diferentes. Y esto es más típico que lo deseado.
La fórmula es clara: Un producto excelente tuvo que tener materiales de alta calidad.
Un servicio excelente demanda tener a los mejores profesionales para proveerlo. Una empresa que se destaca como la mejor tiene la mejor tecnología, los mejores procesos y la gente más calificada. Y todos estos casos no tendrán el precio más bajo ni tolerarán los plazos más ridículos de pago.
Mi conclusión es sencilla: Si tienes los recursos para pagar por lo mejor, adquiere lo mejor, no lo más barato, por simplemente ser barato. Hacer algo opuesto siempre acabará por tener gastos mayores y de cualquier forma no tener lo que se deseaba.