
La vida presencial lleva ya un tiempo buscando reincorporarse a la vida prepandemia desde el año 2020 hasta hoy, más de 2 años después estamos experimentando poco a poco el intento de tener una vida similar a la que estábamos acostumbrados antes del distanciamiento social.
Sin embargo, y muy en especial en la cultura latina, sea en la vida empresarial o en la vida personal, teníamos ciertas costumbres no del todo lógicas.
Todo esto debe de revisarse hoy en día. Yo no siento que saludar de beso en especial en negocios era algo muy adecuado. No quiero parecer muy “santurrón” . No lo soy. Pero, siento que a veces algunas personas no se sentían cómodas saludando a todo mundo de beso.
Por igual, hablando con algunos médicos especialistas en infectología, me han comentado en consenso que eso de darse la mano al saludar, es sin duda un canal fabuloso para transmitir enfermedades. Que si algo puede ser bueno de la pandemia (dicen) es dejar de saludarse de mano.
Y ahora que he estado teniendo situaciones “híbridas” veo mucho desconcierto en personas que claramente no quieren tener contacto, pero, tienen que ceder porque la pena de hacer un rechazo puede más, en especial cuando, por ejemplo, un jefe quiere saludarte de beso, o un cliente te extiende su mano. Literalmente, en estas situaciones veo como con algo de dolor y angustia, las personas aceptan corresponder, pero claramente, a fuerzas.
Por lo anterior, quisiera proponer las siguientes reglas de etiqueta de interacción social.
La máscara puesta dicta el proceder
El primer indicador que debemos considerar es si la persona que queremos saludar tiene puesta la máscara. Si es así, en mi opinión se debe de interpretar como:
- No besos. Esto debería de ser evidente, pero ¡no lo es! he visto a más de una persona abalanzándose a darle un beso a la otra persona que está usando una máscara. Peor. He visto a 2 personas dándose un beso y ambos tienen la máscara puesta. Si tiene una de las 2 personas máscara, simplemente quiere decir que no hay beso.
- No abrazos. Igualmente, máscara puesta no puede haber abrazo.
- No dar la mano. Si se tiene la máscara puesta:
- Lo ideal: Saludo de lejos ondeando la mano sin tocarse
- Lo mínimo: Saludo de “puños” o de codos, esto es, tu codo toca el codo de la otra persona.
- Lo que no procede: Que alguien te extienda su puño y tú le sobrepongas toda tu mano cubriéndole el puño como si fuera un apretón de tu mano en su puño. Entiende: NO quería darte la mano.
Las juntas: cuando si y cuando no
Piensa bien cuándo y cuál es la razón de esa junta.
Si algo nos ha dejado bueno la pandemia es las juntas web en sus mil sabores distintos. Son eficientes, pueden ser cortas y puedes tener muchas más que en el caso de las juntas en persona.
Si se trata de juntas o sesiones remotas o web yo te recomiendo:
- Que su duración sea de 15 a no más de 45 minutos, idealmente 30
- Que mandes antes de la junta lo que quieren platicar para alertar a los demás lo que quieres comentar, que tengan tiempo de estudiarlo y que lleguen preparados a la junta
- Que respetes los tiempos, esto es el inicio un par de minutos antes de la sesión ya debe de poderse entrar y que acabe con puntualidad la reunión
- Que se escojan los horarios con cuidado, pues tener todo el día disponible no quiere decir que así lo sea. Piensa en horas lógicas en la mañana, digamos de 9:00 a 13:30 y posteriormente de las 16:00 a las 19:30 horas como máximo, idealmente hasta las 18:00. No pongas juntas muy temprano en la mañana, a la hora de la comida o ya tarde en la noche. Es desde injusto a ridículo.
Si se trata de juntas presenciales te sugiero:
- En lo posible que sean en espacios abiertos
- Que se use tapabocas siempre
- Que por igual no excedan los 45 minutos
- Que, por igual, se tenga el material de la junta antes de la reunión
- Que empiece y termine puntualmente.
Mi conclusión es que a 2 años de haber iniciado una pandemia que nos cambió la vida y las expectativas a todos, debemos de pensar en que hay mucha ansiedad, hay personas en situaciones de salud delicada de forma crónica y por lo tanto, mientras no exista una pastilla que sea muy disponible y que nos de una certeza casi total de que si nos enfermamos nos vamos a curar, todo lo que comento debería de marcar nuestro actuar, que, más que ser “distante o grosero” es consciente y preventivo. Nada como la salud. Nada.