
Normalmente nos referimos al retorno sobre la inversión (ROI, del inglés, o Return On Investment) como la razón financiera que compara la utilidad obtenida en relación con la inversión realizada. En pocas palabras, es una herramienta para el análisis del rendimiento que tiene un negocio desde el punto de vista de las finanzas.
Sin embargo, hay toda una serie de acciones que se refieren a actitudes, acciones o situaciones que podemos hacer y, de la misma forma que una inversión, pueden desencadenar un efecto multiplicador muy elevado con respecto a la inversión de tiempo o esfuerzo que les dedicamos.
Aquí algunos ejemplos:
Ayudar a obtener un trabajo
A nivel personal se trata de ayudar a alguien a conseguir un trabajo acorde a sus gustos y necesidades. A nivel empresarial es apoyar a alguien a hacer un negocio. Sea cual fuere el caso, hacer esto en mi caso siempre ha permitido que, en el momento menos pensado, de forma directa o indirecta ese hecho me ha traído algún tipo de beneficio o negocio, sea desde una presentación de una persona que me provocó un negocio hasta literalmente un negocio por reciprocidad no buscada ni solicitada.
El punto más importante aquí es hacerlo por gusto, sin esperar nada a cambio, pero curiosamente siempre pasa algo muy positivo de regreso.
Presentaciones ejecutivas
Siempre que puedo, presento “bien y de buenas” a dos personas que se desconocen pero que tienen aspectos comunes. Cuando hago esto, y esas personas encuentran áreas compatibles, se da un fenómeno parecido, pues ambas personas que además te conocen y tu presentaste entre si, jamás te olvidan, y eso tarde o temprano te repercute de buena forma y de múltiples maneras.
Apoyo no solicitado
Cuando me he dado cuenta de que alguien la está pasando difícil, en especial un cliente muy antiguo, me he acercado a apoyarlo de la mejor forma que le convenga. Si, a veces incluso el apoyo ha sido de tipo económico, pero en la mayoría de las veces ha sido más de tipo emocional, ayudándolo a descubrir cómo resolver un problema, mejorar una situación de negocios o salir a flote con una situación.
En especial he hecho esto porque me enteré por alguien más, y me he acercado decididamente no a ser “chismoso” sino a traer una solución. Jamás pido nada a cambio, ni siquiera lo menciono. Pero, por un tema de aprecio inverso, muchas veces meses o años después, esa persona o empresa me recuerda, y por igual me ha apoyado desinteresadamente cuando se han enterado de lo mismo. Así somos los empresarios de buen tiempo en el medio, sabemos que no siempre estamos en la mejor situación, y cuando algo sucede, el apoyarnos nos hace a todos más fuertes.
Contenido gratis
Si has llegado hasta aquí, sabes que lees esto 100% de forma gratuita, y lo mismo mi podcast. Muchos me han preguntado la razón de dedicarme semanalmente a producir contenido. Y la verdad es que hay muchas razones. Confieso que la primera es “egoísta” pues me obliga semanalmente a investigar o estudiar. Entre el blog y el podcast son 4 horas semanales de estudio, que son valiosas por ser parte del tiempo que dedico a mi preparación personal. Pero, hay un efecto paralelo y muy importante que es compartir algo que me interesa, me ha ayudado o me despierta la curiosidad.
Y resulta que hay otras personas exactamente iguales a mi que “conectan” con el contenido y se han convertido en conocidos que me he encontrado por aquí y por allá.
La primera regla de negociación es “ Para poder recibir, debes primero saber dar” y esta ha sido para mi la forma de poder aportar o dar a otros. Sus efectos son inimaginables, pero el gusto por hacerlo es lo que a mí me motiva.
Caminar y hablar
Desde hace un par de años, he hecho esta práctica, y todas las llamadas que hago, procuro sean hablando. Típicamente me ocupan una hora del día cuando menos. El efecto ha sido que logro caminar 10,000 pasos al día y hacer todos mis compromisos de llamadas sin problema. Un efecto de salud y negocios 100% combinado. Pruébalo… Puede que te vuelvas adicto como yo.
Enseñar
Dar clases fue mi primer trabajo en 1980, lo primero de lo que me volví económicamente productivo, y desde entonces, busco siempre dar clases de algo al año. Hoy en día, por ejemplo, parte de mi negocio tiene un componente de capacitación, pero por igual he tenido el privilegio de dar en algunas ocasiones algunas clases en prestigiosas instituciones académicas de negocios o una que otra universidad. Enseñar es un ejercicio muy serio. Nunca es un negocio, pero su retorno es brutal, pues nadie puede enseñar nada que no entienda, y debe de entenderse a profundidad, sea desde un pasatiempo hasta lo más sofisticado.
Y así como los puntos anteriores, puedo comentarte muchos otros más que tienen el mismo comportamiento:
- Son muy viables de realizar.
- Tienden a siempre hacerte sentir bien
- Te regresan mucho más de lo que te cuesta hacerlos
Por lo que, todas estas acciones en mi parecer tienen un alto retorno dada su inversión.
Espero te sirvan tanto como a mi me han ayudado, y en el proceso, que te diviertas y te sientas muy bien por realizarlas.