
El sesgo de confirmación es un fenómeno de comportamiento en el que se hace una recolección selectiva de la evidencia que está disponible. En pocas palabras, de manera no planeada, buscas información que refuerce lo que son tus creencias y opiniones y haces a un lado toda la información que no cumple con tu pensamiento.
En tecnología, este proceder, es, en una palabra: desastroso.
De esta forma, vemos, por ejemplo, que, si adquiriste un determinado ERP (sistema de administración total modularmente integrado), o incluso una solución inalámbrica para tu empresa de manufactura, despacho, o empresa, y los resultados en todos los casos no son los adecuados, el sesgo de confirmación implica estudiar el problema considerando otras razones para un problema en vez de ver los datos totales que permitan una respuesta total y sobre todo óptima.
Aquí expongo algunos ejemplos del sesgo:
- En el caso del ERP, pensemos que, es muy lento. El sesgo de confirmación cuestionará tu enlace a internet, las computadoras donde las personas lo usan o incluso la cantidad de memoria que se tiene en el equipo que opera el ERP, en vez de, además de eso, cuestionar si el ERP mismo, en la forma en la que está construido, el cómo manipula la información o incluso su uso de la memoria principal, el sistema operativo y el disco de almacenamiento se están haciendo de forma óptima. Es más, en este ejemplo he visto que se invierten cantidades brutales de recursos que hacen que el ERP corra rápido a costa de mucho dinero bueno invertido en componentes equivocados.
- En el caso de una solución inalámbrica, digamos por ejemplo para un hotel en el que todos los huéspedes se quejan de lentitud o incluso inaccesibilidad, el sesgo de confirmación llega a aumentar la capacidad de acceso a internet en vez de ver que todo puede radicar en un error de configuración de los puntos de acceso de cada huésped, o que las direcciones a las que ellos acceden son las mismas y por eso hay una pelea por “empalmes” de frecuencias, por poner otro ejemplo.
Por lo anterior, debemos de siempre cuestionar en tecnología si verdaderamente al experimentar cualquier situación, se está cayendo o no en un problema de sesgo de confirmación.
Hay varios puntos que pueden apoyarnos a evitar caer en el sesgo de confirmación en tecnología:
- Solicitar a un tercero, no involucrado un análisis objetivo e independiente. Con esto cuando menos lograremos que “ojos frescos” analicen lo que ocurre y que no son internos por lo que no deben de preocuparse por quedar bien con nadie.
- Ser uno mismo su propio “abogado del diablo”. En pocas palabras analizarlo todo con ojos opuestos a los que tomaron la decisión original, cuestionando todo aquello que no se consideró desde un principio.
- Ambiente óptimo para tomar decisiones. No requerir cumplir con “fechas límite” o precios fijos para el estudio. A mayor presión, prisa o restricciones en general caemos en errores o inconsistencias.
- Eliminar del proceso de estudio a sus autores originales. Este es un caso extremo, pero si se evalúa lo efectuado por alguien más se tiene más neutralidad que los que tomaron determinada decisión tecnológica ahora son sus propios jueces.
Como conclusión, he podido observar el grave error de mantener tecnología ineficiente y obsoleta, pero en especial que no cumple de forma óptima con lo que se persigue para lograr lo que se quiere lograr. En la medida en la que se gane objetividad, la tecnología aportará sus mejores resultados, tanto a los procesos que soporta como a la gente que tiene que ver con esos procesos.
No hacer caso a un posible sesgo de confirmación puede repercutir en costos de operación elevados que hacen que la rentabilidad sea inexistente, y eso es totalmente inaceptable.