
Puedo afirmar que, de los directores generales y financieros que más admiro, tienen un común denominador, y es que, siempre contratan al mejor empleado posible y en paralelo nunca escatiman el valor del mejor entrenamiento, información y aprendizaje para sus subordinados.
No importa la época, estos ejecutivos consideran que la falta de conocimiento en su personal tiene un costo mayor a la inversión efectuada en tener a las mejores personas y a su vez que esas personas sean las mejor entrenadas.
En general los factores que compensan el tener al mejor personal altamente entrenado, tienen impactos positivos de corto, mediano y largo plazo entre los que están:
- Seguridad en el trabajo: esto va desde evitar accidentes y muertes hasta impedir el robo de información sensible o manipulación que provoca riesgos financieros y pérdida de negocios
- Buen ambiente de trabajo. Un empleado correcto mantiene un ambiente grato de trabajo, uno malo provoca que otras personas compensen sus problemas o ineficiencias que a la vez causa descontento en el equipo de trabajo
- Productividad. Los mejores entrenados y que además pueden aprovechar al máximo ese conocimiento pueden vencer a la competencia por poder hacer más con menos, provocar ahorros y eficiencias operativas, desde la tecnología y maquinaria empleada, hasta la creación de nuevos servicios que generan ventajas competitivas
- Retención de capital intelectual. Las personas con mala o nula capacitación, y además sin ser el mejor empleado posible porque “era muy caro” acaba por no cumplir con los objetivos y es solo cuestión de tiempo para ser despedidas o irse por su propia cuenta, provocando la pérdida de todo lo mucho o poco que se le invirtió al ser contratada. Ese costo puede ser de en promedio la tercera parte del valor anual del salario de ese empleado, independiente a tener que volver a entrenar a una nueva persona.
- Desacreditación ante los clientes y proveedores. Cualquier puesto que trata con clientes o proveedores puede ser mal visto por las empresas que interactúan con la que decidió contratar personas equivocadas y/o mal entrenadas. Esto inminentemente resulta en la pérdida de la relación con clientes o proveedores.
- Volver a contratar a alguien más. Esto provoca de nuevo, incurrir en todos los gastos de contratación y puesta a punto de alguien más.
Y por lo anterior, los costos relacionados a la ineptitud son entre los más delicados:
- Gastos no necesarios. Desde no saber emplear una copiadora, provocando desperdicios, hasta el exceso de pago de alternativas de urgencia que compensen que una persona no sepa usar un sistema, o no quiera, o no entienda, implicará tener que compensar todo con medidas no planeadas y de urgencia que no tenían realmente que ser.
- Cuesta el mal trabajo. Finalmente, sea poco o mucho, se paga por ese mal trabajo, cuando no debía de pagarse nada. Y correr a alguien tiene por ley otros gastos que no suman a la productividad.
- Tiempo perdido en productividad. Tener que valorar el mal trabajo de alguien involucra a varias personas para la toma de acciones pertinentes, y ese tiempo es perdido, pues no es para provocar ingresos, además de ser para atender aspectos que a nadie le gusta tener que ver.
- Errores = pérdidas. Malas personas y/o mal entrenadas irremediablemente significan egresos, no ingresos. Las personas equivocadas provocan esto con certeza.
- Se paga el precio de contratar alguien nuevo. Todo empieza de cero, y todo tiene un tiempo invertido y pago de servicios por ello.
Como consecuencia, se debe buscar evitar lo anterior. Aquí algunas ideas:
- Definir expectativas. Debe de tenerse claro el perfil de la persona y el valor de lo que será necesario invertir en entrenamiento para que logre su fin adecuadamente.
- Anticipar adaptación a la cultura. Defino como “cultura” a todo aquello que es importante dentro de una organización, y toda persona debe de estar de acuerdo con eso. Fallar en este punto es el principio de la catástrofe.
- No escatimar en el proceso de ingreso. Esto implica entrenar en el uso de herramientas y sistemas internos, en todos los aspectos. He escuchado que empresas como Amazon dependiendo del tipo de empleado puede invertir hasta 6 meses en capacitación interna de un nuevo empleado antes de que empiece a producir, por ejemplo.
- Entrenamiento y herramientas. Se debe de proveer todo el entrenamiento que para cada persona sea el ideal. El precio de la ignorancia siempre es mayor.
Como conclusión, a partir de ahora se debe de buscar calidad, más que cantidad, entender que la capacidad no se mide en la edad de las personas y en especial que no invertir en las herramientas y habilidades de cada persona para que pueda dar su mejor desempeño es directamente proporcional a su falta de capacidad de entrega. Lo barato así, acaba saliendo demasiado caro, y el mercado nunca lo perdona.