
A más de uno de nosotros y más de una vez nos ha tocado recibir mensajes en el teléfono móvil sobre personas que dicen conocernos, que necesitan algo de nuestra información para dejar un pedido, o entregar un dinero, o tramitar una tarjeta de crédito, etcétera.
En especial, se da el caso de personas que aparentemente “se enamoran” de nosotros por internet y buscan lograr una relación a distancia, y lo más triste es que, muchas personas en un estado vulnerable caen en los engaños de esa supuesta persona enamorada de nosotros.
Esta gente logra establecer un clima de confianza y afecto, y, poco a poco, comienza a manejar la necesidad de recibir un “apoyo” de nuestra parte por tener distintos tipos de problemas, y van solicitando dinero para diferentes cosas.
Esta situación sucede por días, semanas y hasta meses, hasta que llega el momento de verse en persona, donde por supuesto piden apoyo para comprar el boleto de avión, camión o lo que sea para vernos y allí, al ver que nadie llegó, y ver que el perfil de esa persona en internet y su número telefónico desaparecen, es cuando se nota que se fue objeto de una grave estafa, que esa persona como se creía conocer no existe, que todo fue un fraude.
¿Qué hay detrás de este tipo de engaño?
Podrías pensar que este tipo de situaciones se da con estafadores solitarios, maleantes sin tener que hacer que se dedican a ver “quien muerde su anzuelo”, pero, en realidad, en buena parte de los casos esto es realmente una operación ilegal dirigida por crimen organizado del más alto nivel mundial.
En ciertos países existen grandes bodegas o edificios con cientos de personas donde cada uno opera decenas de teléfonos móviles al mismo tiempo y otros están en una computadora con varias ventanas abiertas aparentando ser una persona que realmente no existe.
Estas “empresas de engaño” son operadas por organizaciones criminales, y los operadores de los engaños, tristemente son personas de muy humildes estratos sociales que mediante engaños pensaban que se iban a trabajar a un centro de llamadas, saliendo de sus países para buscar fortuna en otro lugar, y en la realidad fueron secuestrados para trabajar de manera forzada en estas operaciones, en las condiciones más miserables posibles, con castigos físicos, con amenazas, viviendo miserablemente, y por supuesto sin recibir ningún pago, ni por hacer los fraudes ni por trabajar en este tipo de situaciones, más allá de poder dormir poco y comer poco.
Entonces, los defraudadores que operan estas interacciones con víctimas, son a su vez, víctimas también, y su sitio de trabajo es su cárcel.
¿Cómo operan estos lugares de defraudación?
Cuentan con infraestructura de punta, tienen equipamiento, sistemas de detección en vivo de todos los que están operando (finalmente, las personas que están haciendo los engaños desearían salir de allí, y si contactan a un externo pidiendo ayuda, debe de haber mecanismos para detectar esto y actuar en consecuencia).
Las personas que esclavizan para trabajar tienen un “entrenamiento” en cómo hacer contacto con las víctimas, como “engancharlas” y cómo hacer que paguen por distintas cuestiones a lo largo de la supuesta relación. Son diálogos cuidadosamente diseñados para lograr todo esto, nada es al azar.
Estos sitios son grandes reclusorios, con guardias armados, dispuestos a golpear y someter a todos los que están trabajando ante la menor amenaza de que alguno quisiera salir de allí o hacer algo diferente de lo que se les diga. Los operadores que han sido forzados a estafar tienen establecidas métricas diarias de cuantas personas deben de estafar y cuanto deben de lograr ingresar periódicamente de estos engaños.
Casi todos los pagos que hagan las víctimas deben de ser en criptomonedas para ser indetectables por las autoridades, por lo que se cuenta con toda una operación adicional para manejar el tema financiero y el lavado de ese dinero. Y, es que esto no es un tema menor, de acuerdo con la comisión federal de comercio de los Estados Unidos, solo en el año de 2023 se estima que se perdió más de 1000 millones de dólares en este tipo de fraude.
¿Cómo detectar este tipo de engaño?
Algunos pueden pensar que quienes caen en este tipo de engaños son personas muy incompetentes, pero en realidad se da que tienen ciertas vulnerabilidades por su situación emocional y/o sentimental. En pocas palabras, pueden ser personas profesionalmente muy capaces, económicamente exitosas con alguna vulnerabilidad romántica.
Por lo anterior, es necesario ubicar ciertos aspectos que pueden anticipar que la persona con la que se está interactuando en realidad pertenece a este tipo de organización criminal, donde entre otros puntos se observa que:
- Evade verse en persona o por video consistentemente (la víctima puede ser de américa, y el estafador estar en Asia).
- Sus historias pueden tener algunas inconsistencias que los hacen ver falsos, pequeños detalles que el sentido común detecta.
- Les “urge” acelerar la relación
- En algún punto piden dinero. Esto es clave
- Al pedirle su nombre, y buscar a esa persona en internet, no sale información lógica del perfil, o no sale nada.
- Se tiene una necesidad de parte del estafador de avanzar mucho y muy rápido en la supuesta relación
- Busca presionarte haciéndote sentir culpable para provocar tu ayuda económica.
Esto entre otros puntos.
¿Cómo proceder si sospechas que te está pasando esto?
Si sospechas que estás siendo objeto de este tipo de estafa, deja de comunicarte con la persona inmediatamente.
Asimismo, reporta el perfil inmediatamente en la plataforma o red social en la que se están contactando que consideras que es un perfil falso o defraudador.
Muy en especial, no envíes dinero si se trata de alguien que solo conoces en línea, sin importar cuán convincente sea la historia.
Por último, protege tu información personal, no compartas detalles sensibles como direcciones, datos bancarios, o información personal.