
Al viajar disfruto mucho entender de negocios, procesos y las personas detrás de empresas y emprendimientos que, simplemente, no dejan de sorprenderme. Esta vez tuve una estancia de varios días en Oaxaca y tuve la oportunidad de conocer diversas empresas.
Lo primero que observé es que, predominantemente casi todos los negocios que conocí eran comandados por mujeres muy emprendedoras, conocedoras de lo que hacen, todas sencillas, todas líderes y en especial todas muy trabajadoras.
Es así como, en esta ocasión te platico de algunas de estas experiencias que quedarán profundamente grabadas entre unas de mis experiencias más interesantes y agradables.
Un «sencillo» negocio… de 200 años
Un icónico sitio en Oaxaca capital es el mercado Benito Juárez , y dentro no puedes escaparte de ver “Nieves Chagüita”, una empresa que ha existido por 200 años como ellos lo presumen. Tienen decenas de sabores, la atención de cerca de 5 personas que están en una isla rodeada de contenedores cuenta con exóticos sabores, desde la tuna hasta el mamey, desde el queso hasta el elote, todos frescos, todos muy bien servidos y todos naturales.
Por supuesto que me llamó mucho la atención eso de tener 200 años, pues la producción de hielo hoy en día demanda de mucha energía eléctrica y pues en México la energía eléctrica inició por primera vez en 1879, solo para una empresa en León, Guanajuato y digamos que la semi masificación de electricidad prácticamente inició alrededor de la década de 1930.
Por estar de “preguntón” los empleados me dirigieron con Doña Dinorah Allende, que es la dueña en la quinta generación de sus familiares a cargo de este negocio.
Con mucha paciencia, me explicó que, al inicio, 200 años atrás, sus familiares iban a las montañas por el hielo existente en las alturas, lo envolvían en un metate y bajaban rápidamente para poder producir de forma muy limitada algunas porciones, normalmente consumidas en ocasiones especiales y grandes festejos.
Hoy, esta icónica empresa sigue fuerte y de pie, donde la atención al cliente es insuperable, permitiéndote probar las veces que desees los sabores que gustes hasta lograr encontrar tu preferencia.
Por supuesto que Doña Dinorah mientras platicaba conmigo practicaba el paralelismo, cobrando, dando el cambio y sugiriendo los sabores existentes pues como todo es fresco y del día, algunos sabores van agotándose.
Simplemente, fenomenal.
La tradición conservada con cariño que se nota
Los Pacos, un restaurante que es dirigido por su Dueña, Laura Canseco que, siendo la segunda generación dentro de este restaurante, encontró una especialidad al ser conocido por ser la casa de los 7 moles.
Su carta es muy variada, pero sin duda la experiencia debe de ser la de entender y saborear 7 formas de mole distintas.
Todo inició en un día entre semana donde hicimos una reservación para la noche, y aunque las plataformas digitales tenían un horario muy amplio, solo por confirmar llamamos para asegurar que seguiría abierto.
Doña Laura tomó la llamada, y explicó que realmente seríamos los únicos, que normalmente cuando esto sucede puede llegar a terminar el servicio algo más temprano pero que, con gusto llegáramos a la hora convenida, y, desde ese momento, yo sabía que, sin duda, este lugar se iba a desvivir por sus clientes.
Recién nos instalamos, y siendo la única mesa, con mucha entrega Doña Laura nos dio recomendaciones y nos trajo un plato grande con 7 recipientes que, en orden, contenían desde un mole muy delicado en sabor hasta el mole negro.
Con gran gusto, poco a poco nos dirigió en lo que podemos decir era una “cata de mole”, explicando los ingredientes y métodos de preparación, probando cada uno de los 7 deliciosos sabores.
Este proceso le llevó no menos de unos 20 a 25 minutos, y para mi sorpresa es “cortesía de la casa”. Una vez que todos descubrimos nuestra preferencia de mole, nos recomendó platillos de la carta que van bien con cada uno de ellos.
La atención fue insuperable, la pasión por quedarnos más allá de lo satisfecho es una clase que todo restaurantero debe de aprender de una dueña que no nos dejó solos hasta que saliéramos de allí, con un paladar satisfecho y una de las “experiencias del cliente” más perfectas en todo sentido.
¿Cómo se distingue la hospitalidad entre un mar de competencia?
El hotel Casa Bonita es un lugar ubicado a unos 15 minutos del centro de Oaxaca, en un lugar tranquilo. Desde la entrada, puedo asegurar que se siente inmediatamente la tranquilidad, con música bien escogida para invitar a la relajación y con una recepción por parte del registro con personas increíblemente pacientes, amables y con el único fin de satisfacer todas las complejas preferencias que cada huésped puede tener.
Cada cuarto es diferente, y sin exageraciones puedo afirmar que tiene todo lo necesario para asegurar una estancia agradable.
Para mi sorpresa, pude conocer a Rodrigo Lagunas y Sandra Rodarte, donde Rodrigo me insistió que el cerebro de la operación era Sandra, y, por supuesto quise saber más acerca de un emprendimiento que, en una ciudad con brutal competencia, podía lograr ventajas competitivas únicas.
Sandra me explicó que el concepto del hotel se define como una fusión de elegancia contemporánea y autenticidad cultural, donde cada detalle pretende reflejar la esencia única de Oaxaca.
En un horizonte de 5 años al futuro Sandra visualiza a Casa Bonita como un referente de hospitalidad excepcional en Oaxaca, reconocido por su compromiso con la excelencia y la innovación en el servicio al cliente, del cual yo debo reconocer cuando menos en mi caso que ya no hace falta esperar 5 años, pues eso mismo lo viví en mi estancia.
Un aspecto sin duda esencial y reconocido por Sandra es precisamente el valorar en un mismo nivel de importancia que las experiencias del huésped sean excelentes, pero, por igual, las de sus colaboradores, y poner a los colaboradores en el mismo nivel o inclusive por encima de los mismos clientes es una receta de éxito, pues solo personas contentas otorgan servicios excepcionales.
Sandra me comentó enfáticamente la importancia por igual de darle a su equipo las herramientas y capacitaciones que permitan su máximo potencial para desenvolverse profesionalmente y permita una carrera de crecimiento en el hotel.
Al hablar de sus ventajas competitivas, es el servicio personalizado y poder ser plataforma para aprovechar la máximo la región, donde internamente se tengan platillos deliciosos locales, todo envolvente, a tiempo y en forma.
Tocando el tema de sus principales retos, Sandra me indicó que sin duda lo es establecer su identidad única en un mercado competitivo mientras se han adaptado a las demandas cambiantes de los huéspedes. Su mayor satisfacción hasta ahora ha sido ver cómo su compromiso con la excelencia se refleja en la satisfacción de sus huéspedes con la atención brindada por su equipo, así como el reconocimiento de la comunidad.
En verdad, da gusto ver empresarias como Sandra, líderes con una misión y objetivos claros, que ha logrado permitir a su equipo el lograr ofrecer a toda situación un remedio y a toda petición una respuesta lógica y agradable.
Arte del bueno, con humildad que cae en lo increíble
No puedo terminar mi experiencia sin hablar de los grandes artesanos oaxaqueños de Santa María Atzompa. Gente humilde, autodidacta que con increíbles restricciones presupuestales se las han ingeniado para crear empresas familiares hermosas, con piezas que, a pesar de ser de materiales increíblemente sencillos como el barro, pueden lograr artesanías que deleitan a la vista y a los espacios que adornan.
Puedo hablar de 2 experiencias de las que, si me lees y haces caso, te pido te comprometas a darte un espacio y cuando estés en Oaxaca, visítales. Ninguno de ellos realmente te va a comprometer a comprarles nada, pero, al ver lo que hacen, y cómo lo hacen, estoy seguro de que ninguna persona puede resistirse a llevarse un pedacito de Oaxaca en un recuerdo inolvidable, no solo por su belleza, sino por igual por la atención, cariño y entrega que estos increíbles oaxaqueños logran crear.
Casa Blanco Arte Popular. Nos recibió una de las hermanas Blanco que estaba sola. Nos sentó y frente a nosotros, mientras platicaba ella parada, con 8 meses de embarazo, el cómo funciona la creación de piezas de barro. Después de 10 minutos, sin perder la concentración en comentarnos como ese taller de 8 hermanos crea obras de arte originales, estaba haciendo en paralelo una sirenita de barro.
Cuando acabó la explicación y nos hizo ver como las rosas de barro que ella hace son diferentes a las de sus hermanos, empiezas a poder distinguir los estilos diferentes de cada uno de ellos.
Al concluir, por supuesto que no pude salir sin un changuito colgado de un mecate, que me recordará desde la sirenita hasta el horno, pasando por el reciclado de piezas que no pudieron llegar a su término. Su teléfono es +529512562930
Arte Seniluna. Llegamos de improviso, nos recibió un chiquitín que temeroso nos abrió la puerta del taller, y nos pidió que nos quedáramos afuera “en lo que le pedía permiso a sus papás para que pasáramos”, un acto de ternura desbordante mezclado con increíble respeto y humildad, y al final si pasamos pues no podíamos dejar de visitarlo, ya que sus piezas, totalmente decorativas que incluyen una combinación de un matrimonio bien sincronizado donde Nicolasa Teodora Zárate Blanco hace la pieza y Luis Perez Juárez le hace las grecas y el brocado, esto es, caprichosos huecos dentro de la pieza.
Se disculparon varias veces por tener tan pocas piezas, pero es que es claro que si los visitas no puedes aguantar llevarte algo de allí. Sus teléfonos son +529512505950 y +529512352159
Escogimos nuestra selección, pagamos (y aquí quiero aclarar: los precios son extremadamente bajos, estos artesanos, en mi opinión han sido muy maltratados por los compradores, muchas veces intermediarios cuyo valor encuentro inexistente, por lo que, por favor, JAMÁS negocies los precios en ninguno de estos lugares. Si puedes pagarlo, bien, y si no, no discutas, por favor) y para nuestra sorpresa, al salir, la señora con su hijito nos alcanzó corriendo, para decirnos que si nos gustaban las calaveritas que nos estaban llevando que por favor se las aceptáramos como recuerdo. Quiero decirte que, esta “experiencia al cliente” ha sido la única que me dejó un nudo en la garganta y no pude aguantar el que un par de lágrimas se me salieran. O sea, no estaban conformes estos artesanos de primera con habernos atendido sin avisar, sino que, además, querían dejarnos un recuerdo que nunca olvidaremos. Hoy, mi calaverita está frente a mi computadora, es para mi una fuente de inspiración que me recordará por siempre que la alta especialidad y la humildad pueden y deben ir de la mano.
Conclusiones
A manera de lista, puedo concluir lo siguiente de estas grandes emprendedoras
- Aman su trabajo
- Atentas del más mínimo detalle
- Dominan con excelencia los procesos de sus negocios
- No son conformistas
- La crítica es una oportunidad de mejora
Sin duda, te afirmo que me quedé con un gran sabor de boca, de servicio, de procesos y de estrategia de estas personas excepcionales.