
Lo único de este tema que me disgusta es cómo esta tendencia se denomina “girl math” o “matemáticas de mujer”. Y digo que me disgusta porque aparentemente se hace notar que esta forma de hacer matemáticas es exclusivamente de mujeres, y, francamente, he visto a muchos hombres también hacer cosas iguales o peores.
En fin, aclarando mi desacuerdo con el título, éste fenómeno que originalmente se origina de un programa de radio en Nueva Zelanda denominado “Fletch, Vaughan & Hayley” y otros lo atribuyen a una mujer en Tik Tok denominada @mixedupmoney que “justifica” usos de recursos económicos haciendo “cálculos” aparentando que el resultado del uso del dinero fue “gratuito”.
Algunos ejemplos son entre muchos otros:
- Se pidió alguna compra por internet que valía $200 pesos, donde el cargo por envío era de $100 pesos, pero, si se gastaban $400 pesos el cargo del envío era “gratuito”. La “lógica” aquí es que, en vez de gastar $100 pesos en algo que no se usa, es mejor gastar $200 pesos más, ahorrándose así $100 pesos y teniendo algo en descuento por $100 pesos menos, donde lo que es un hecho es que se gastaron en realidad $100 pesos más de algo que tal vez no era necesario.
- Ibas a gastar $600 pesos en hacerte las uñas, pero al final fuiste a un sitio donde te las hiciste por $250, entonces ya tienes $350 pesos “gratis” para gastar en otra cosa
- Si un vestido tiene un descuento del 50% básicamente es gratis porque se está ahorrando tener que comprar 2 prendas esto es un pantalón y una camisa
Y así, podríamos seguir con ejemplos que “justifican” formas absurdas de gastar el dinero.
Principios mal empleados de economía y finanzas en “girl math”
Estas “justificaciones” tienen su mal empleada lógica en varios principios económicos.
- Costo hundido: Se refiere a la tendencia de seguir invirtiendo, tiempo, dinero y/o esfuerzo en algo que se puede ver que es una mala inversión, un mal proyecto o una mala decisión que justifica de formas irracionales el seguir invirtiendo tiempo dinero y/o esfuerzo en eso mismo porque ya se invirtió en un principio. En pocas palabras “seguirle metiendo dinero bueno a algo malo”. Esto en vez de recapacitar que, a pesar de haber invertido, si es alguna mala decisión lo lógico es parar y absorber lo perdido, en vez de seguir invirtiendo en una situación inútil.
- Costo prospectivo: En economía se describen así a los costos en los que se puede incurrir o cambiar dado que se tomó una u otra acción. El que se haga o no ese costo efectivo dependerá de una determinada acción. Por lo general este tipo de costos pueden provocar pérdidas o resultados negativos.
- Costo por “puesta”: Del inglés “cost per wear” Es una métrica que permite entender el precio real de la ropa adquirida basada en cuantas veces se ha usado o puesto esa ropa en específico, y resulta de dividir el precio de la ropa entre la cantidad de veces que se ha puesto o se planea poner.
- Costo de oportunidad: En economía se le conoce como los bienes o servicios a los que se renuncia dado que se obtienen algunos otros bienes o servicios. En pocas palabras es la alternativa que se deshecha cuando se toma una decisión, incluyendo los beneficios que se hubieran obtenido si se hubiera elegido esa opción. El ejemplo en “girl math” de costo de oportunidad es toda la “tristeza y molestia” que se tendrá al ver las fotos de la boda o los quince años de alguien que no pagó por decir, $10,000 pesos de maquillaje y ahora sufrirá para siempre ver sus fotos con un mal maquillaje, lo cual año con año al ver las fotos puede significar muchos miles de pesos en tratamientos psiquiátricos y terapias por ese daño y malestar sufridos.
En todos estos casos, se “mal justifican” decisiones prácticamente siempre irracionales.
Conclusiones
Mi primera conclusión es que esta lógica ridícula, insisto, no debe de pensarse como la lógica de mujeres, pues, recalco, hay hombres haciendo pésimas decisiones igualmente para justificar recursos económicos.
Por otro lado, se observa que pueden provocarse sesgos en la toma de decisiones financieras y económicas, en especial si se siguen los “malos consejos” de influenciadores que en sus participaciones justifican este tipo de decisiones.
Finalmente se desestima el uso correcto de las matemáticas y del sentido común. Llevado esto a un extremo, puede provocar la pérdida de talento y una deformación en la toma de decisiones que indudablemente serán malas o erróneas, al buscar justificar con mentiras con apariencia de verdad a decisiones financieras y económicas que pueden dañar la capacidad de ahorro, la auto estima y el ahorro.