¿Hacer crecer a la empresa es siempre lo adecuado? Yo digo que no necesariamente

Una falacia (mentira con apariencia de verdad) es que la mayoría de las recomendaciones de casi todos los programas de administración, consejeros, personas que evalúan negocios y por demás eruditos radica en insistir que lo “ideal” en los negocios es hacerlos crecer.

Así es, crecer en tamaño, crecer en ventas, crecer en territorios, en pasar de una ciudad a otros estados y de otros estados a otros países, en fin, lo que casi siempre se propone como “ideal” es que los negocios “crezcan”.

Hace poco en menos de 2 semanas, 2 altos ejecutivos que entre si ni siquiera se conocen y yo, tuvimos pláticas muy nutridas de entender como ideal (para ellos) que mi empresa, como tantas otras, deberían de seguir esta ruta de “crecimiento”.

Yo no estoy de acuerdo en que “siempre” una empresa debe de “crecer”. Aquí mis opiniones al respecto:

  1. ¿Crecer?…¿en qué?: De lo que siempre me he preocupado es de que, sea el negocio que sea, lo que veo más importante es siempre crecer más que en ventas, en utilidad, que no es lo mismo. Vender mucho con menos utilidad trae una serie de riesgos y problemas. Vender siempre con gran utilidad evita el tener que vender grandes volúmenes, teniendo una operación controlable
  2. Gasto operativo… peligroso: Cuando se expande una empresa, se requieren de controles de todo tipo diferentes. Lo que funciona para una operación pequeña no funciona para una gran operación, e inclusive nace la necesidad de nuevos puestos complicados y que en empresas pequeñas ni siquiera son necesarios. Lo peor es que, ante un problema del entorno, se tiene la necesidad de “achicar” a la empresa rápidamente, y con esto despedir a muchas personas. Esto es un gasto brutal por igual que, en una empresa pequeña, sea lo que fuere, nunca se tendría la necesidad de despedir a nadie o si acaso a muy pocos, pues esos controles y puestos no existen
  3. Procesos cambiantes: Es difícil anticipar cuando un proceso debe de cambiar y lo peor es que sin detectar esto a tiempo cuando hay un crecimiento o cambio grande hace que las personas se conviertan en procesos. Esto no es fácil de notar al principio, y para cuando esto sucede, se cae en la comodidad de seguir haciendo todo como está sin cambiar a las personas y con esto corriendo con problemas cuando una persona falla o simplemente se va. En un ambiente siempre controlado, siempre pequeño, los procesos no cambian demasiado, y la estabilidad es lo que se gana. Al contrario, las personas cada vez saben ejecutar mejor los procesos, la eficiencia operativa aumenta y puede inclusive esperarse ahorrar más por no tener ineficiencias operativas, teniendo así más utilidad o cuando menos mucho menos gastos
  4. Ser pequeño implica mejor tecnología: Una enorme ventaja de una operación pequeña es que el ritmo de adopción tecnológica, si se desea, es más rápido y se adopta en menos tiempo. Simplemente el cambio se da entre menos personas, se aprende más colaborativamente como usar lo nuevo y se gana agilidad más velozmente que empresas más grandes. Si dudas de esto solo basta ver los ritmos de adopción en tecnologías obligatorias, como nuevos sistemas de facturación, por ejemplo. Una pequeña empresa tiene sistemas más fáciles de operar y si no funcionan son más fáciles de reemplazar en menos tiempo. Una empresa grande debe de hacer pruebas, debe de capacitar personal y debe de responder a problemas de operación, esto es, toma mucho más tiempo hacer lo mismo que una pequeña empresa.
  5. Tamaño grande de clientes implica grandes peligros: Seguro que un espejismo que tienen las personas erróneamente es que las empresas grandes tienen capacidad de hacer grandes operaciones y tener grandes clientes, y esto es algo ”increíble” . Esto puede ser un riesgo muy serio. Una empresa pequeña tiene que sobrevivir con operaciones no tan grandes y una cartera de clientes más grande. En varias ocasiones he visto a grandes empresas tener que solicitar créditos enormes, o peor aún, vender sus operaciones a fondos de inversión que compran a la empresa para poder pagar deudas derivadas de un cliente enorme que dejó de pagar. Una empresa grande tiene una gran nómina y un gran gasto operativo y depende de sus ingresos de todos los grandes clientes. Si uno o dos dejan de pagar, puede colapsar al negocio. Una empresa pequeña no siente mayormente la pérdida de uno o 2 clientes y si lo sintiera puede auto sanarse con la adquisición de nuevos clientes más rápido.

Y puedo seguir con aspectos de entrenamiento, de innovación, de velocidad en cambios de la estrategia, de poder enfrentar más rápido y mejor a la competencia, pero el punto es claro: no es una obligación ni mucho menos error o falta de visión no querer tener que crecer una empresa para ser enorme. Entendamos pues que, así como con los hijos el dicho popular aplica: hijos chicos tienen problemas chicos, hijos grandes tienen problemas grandes, y en esto de las empresas, en mi opinión, esto aplica de la misma forma, por lo que ser “más grande” no es estar mejor.


2 respuestas a “¿Hacer crecer a la empresa es siempre lo adecuado? Yo digo que no necesariamente

  1. Qué cierto, estoy en total acuerdo contigo. Durante 20 años nos hemos mantenido en un nivel en cuanto a tamaño tratando de vender mas y con mejores márgenes y si bien cada año ha traído sus problemas y oportunidades, ha sido mas fácil manejar las crisis cuando se han presentado.
    Gracias

    Me gusta

    1. Así es, lo normal es que quienes recomiendan esto son personas de corte académico o son empleados o altos ejecutivos pero no dueños de negocios. También reconozco que en menos ocasiones algunos dueños de negocios han comentado esto, pero lo normal es que todos preferimos las utilidades altas en vez de solo vender más. Muchas gracias por tu comentario

      Me gusta

Replica a jglduran Cancelar la respuesta