Para muchos acaba de pasar el período vacacional, y con ésta época en mente pude darme cuenta de varios puntos muy interesantes que encapsulo como el “mercado de la conveniencia”, explico por qué:
Empecemos por el fenómeno de la estacionalidad, esto es, cuando hay un patrón que obedece a ciertas épocas que se repiten, como las vacaciones decembrinas por ejemplo. El “ambiente” convida al consumo, muchas veces innecesario otras veces excesivo, pero en definitiva ya no único, pues tenemos que recordar que solo unas cuantas semanas antes se dio el “jalón” del “buen fin” donde mucha gente empeñó hasta la dentadura.
Es en ésta época cuando “relajamos” la cartera, y así, somos víctimas ideales de diversos tipos de abusos. Aquí algunos ejemplos:
- Si se toma un taxi a alguna terminal aérea, marítima o de autobuses, misteriosamente el precio sube, y mágicamente las restricciones para transportar maletas en la cajuela del taxi o una persona más, así sea niño de brazos se vuelve impensable, y por ello se tiene que pagar más. lo peor… es que se paga más.
- El fenómeno del “servibar”. Si ese pequeño ladrón, perdón, refrigeradorcito que está en el cuarto de cualquier hotel donde las leyes de la lógica son probadas. Por ejemplo: un refresco de lata en cualquier tienda de autoservicio cuesta en promedio $6 pesos. ¿Cuánto puede costar en el servibar? Porqué no de 10 hasta 20 veces más. Lo peor…. Se paga.
- ¿Y qué decir de los camastros, palapas y hasta chocitas que abundan en nuestras hermosas playas? Así como hay boletos en un teatro donde la ubicación tiene precios diferentes, diversos tipos astutos deciden cobrar tarifas dependiendo de si hay sol o sombra, si es un camastro por medio día o día entero, si quieres un casillero para guardar tu ropa o no, y de la vil choza o palapita ni hablamos porque alcanza precios de cabaña de lujo en los alpes suizos…. Lo peor… Lo pagamos….
Y puedo seguir y seguir y seguir, pero, la respuesta es la misma: LO PAGAMOS. Pero, ¿por qué lo pagamos? La respuesta es muy fácil de responder. Es lo que yo llamo el mercado de la conveniencia, muy diferente al fenómeno de la demanda inelástica, que implica en términos sencillos aquellos bienes para los que no hay un sustituto, y o lo pagas o de verdad te va mal. Nada de lo que he mencionado aquí no tiene sustitutos, simplemente se paga porque se quiere pagar.
Defino conveniencia en pocas palabras a un factor que casi siempre implica un beneficio que de forma pasajera nos hace la vida más fácil, y por ese simple hecho lo tomamos.
Tomamos ese refresco de 10 a 20 veces más caro porque fu CONVENIENTEMENTE ubicado dentro de nuestro cuarto del hotel, ya bien enfriadito para cuando nuestra sed no pudo más y optamos por abrir la puertecita en vez de vestirnos. Tomar un camión y buscar una tienda de autoservicio o precisamente DE CONVENIENCIA (como se conocen a las tienditas en las esquinas, gasolineras etcétera) que aunque matemáticamente la cuenta del dinero si saldría, esto es, los 10 pesos del camión más los 6 pesos del refresco es mucho menos que aceptar que nos cobren 60 pesos precisamente porque no nos fue inconveniente, y después de un gran día de descanso el tener que vestirse, y tomar un camión para buscar una tienda era MUY inconveniente. Los mismo con el aceptar pagar una palapa o camastro en vez de tirarte en el piso, simplemente es más cómodo. Lo mismo que tomar un taxi en vez de tomar el metro y varios otros camiones o traspasos, lo más cómodo es ir los miembros de la familia todos juntos o casi juntos llegando casi todos al mismo tiempo. Todo esto fue más CONVENIENTE.
Lo triste es que no puedo separar de la conveniencia el abuso… y si puedo aislar cuando sucede esto puedo asegurar que nos pasa cuando deseamos disfrutar algo intensamente o simplemente se atenta contra nuestra flojera.
Así que, si no puedes contra esto, mejor aprendamos todos del mercado de la conveniencia, y porque no, pensemos de qué forma nuestro trabajo o nuestro negocio puede lucrar con este fenómeno, es cosa de pensarle pero estoy seguro que no hay nada que no pueda ser modificado por el agradable y a la vez caro atributo de la conveniencia. ¿tu qu opinas?