Mi trabajo me obliga a viajar mucho (si, obliga, no es “padre” viajar como loco, pues no es de descanso) y esto me ha permitido ver muchas actitudes, formas de ser, a veces majaderas, a veces pre potentes, a veces muy amables y a veces cálidas, en especial cuando viajas en avión.
Toda la presión inicia cuando vas a pasar el filtro de seguridad. Ya me dijeron que me parezco al de la película de “up in the air” en lo referente a la forma de empacar, salir y entrar primero al avión y hasta saber detrás de quien formarte en el filtro de seguridad. Allí me puede tocar un “esculcador” novato que se espanta de los cables y aparatos que llevo para hacer mi trabajo y a veces ya me tocan los mismos en ciertos aeropuertos y casi me sienten “conocido” y son menos rudos. Pero sea lo que sea, la presión se inicia en ese momento (a menos que hayas decidido llegar tarde al aeropuerto, en ese caso allí empezó tu presión).
Luego sigue el abordaje. Pido los asientos que sé que me dejarán subir primero, me formo con anticipación y subo rápido, jamás documento equipaje y la maletita que llevo siempre cumple con el estándar de espacio para que nunca me digan “que no puedo subir con eso”.
De allí, lo que sigue, es, simplemente, incontrolable. Se llaman los “pasajeros” del avión. Me ha tocado de todo, pero esta es mi clasificación. Espero estés de acuerdo conmigo, pero en especial espero que te sirvan mis recomendaciones de cómo lidiar con ellos.
1. El que se trepó hasta con el perico. Se compró muchas cosas, entra con sus bolistas de las tiendas, una maletota que no entiendes como le permitieron y a pesar de que tu solo llevaste una maletita y tu portafolio con la computadora a esa persona le “vale” y pone todo encima de tus cosas. ¿Se truena la pantalla de tu laptop? NI MODO. A esa gente “le vale”. ¿Qué hacer? NO confrontarlo. Son generalmente patanes. Sugiero pararte cuando veas que van a empezar a mover todo y decirle ¿le puedo ayudar? Lo veo con muchas cosas, “aquí hay espacio” y ese “espacio” es lejos de tus cosas… Nunca falla esto, quedas bien y no te destruyen tus cosas.
2. El “oso dormilón”. Simplemente es HORRIBLE. Te sientas, empieza el viaje, el avión despega y como a los 10 minutos de iniciado el vuelo de 3 horas el de al lado, enfrente o atrás de ti se pone a roncar. No es un “susurrito”, no, no es una especie de alarido violento, como cuando un perro se enoja. Te espanta. Te prohíbe trabajar, inclusive te desespera. ¿Qué hacer? Tienes que despertarlo. Puede ser por un “pretexto”. Tira algo en los pies de esa persona, y de manera amable y no de golpe despiértalo, pidiéndole si te permite recoger lo que “torpemente” tiraste. En lo posible a partir de allí sácale plática, despabílalo, convídale un chicle o algo que lo mantenga ocupado. Casi siempre después de un ratito de avivarlo ya no se duermen.
3. El conquistador de espacio. Así como el primero, pero con el descansabrazos. Llegas, pones tu codo y brazo en el descansabrazos y al llegar el otro fulano de al lado te mueve tu brazo con el suyo y te gana todo el espacio. ¿Qué hacer? Mi opinión es que si es del asiento de en medio no hay remedio, lleva el peor asiento. Si es a un lado recuerda que tienes siempre uno para ti y es justo compartir el otro. Aguas, pelearse por eso puede implicar agresión que me ha dejado ver que termina en que al llegar al destino entra la policía federal a recoger al par de molestados para ponerles una friega por pelearse dentro del avión.
4. El que llegó a su casa. Si, y cuando se sentó se quitó los zapatos y empezó el apeste…. ¿Qué hacer? Buscar que aleje sus zapatos lo más lejos de ti, para ello dile que eres medio torpe con las bebidas y que sin querer a veces se te caen, que si no le importa mueva sus zapatos hacia un lugar seguro.
5. El estorboso. Generalmente es el que tiene el asiento de pasillo y no deja salir a la gente del asiento de la ventana o el de en medio. ¿Qué hacer? O le pides amablemente que te de permiso, o le dices una disculpa y lo “brincas”. Si eres mujer puede serte esto incómodo, y la variación es decirle a la persona que tiendes a ir mucho al baño y si mejor no prefiere cambiarte el asiento. O una de dos, te lo cambia o si se levanta para que tú pases.
6. El acurrucado. Otro de terror, no ronca pero si se recarga en ti. ¿Qué hacer? Pide un cojín, o usa tu saco o chamarra Y ponlo como entre ambos a manera de que aparente que así te acomodas mejor, se va a despertar, y si no te lo vas a quitar de encima.
7. Niños “en libertad”. No faltan los que solo saben tener hijos sin ser papás. Llegan al avión y sienten que por estar en un lugar cerrado su hijito puede ir corriendo de aquí para allá y de allá para acá. O inclusive, que puede gritar todo lo que quiera, aventar cosas o ensuciar. ¿Qué hacer? Llamar al personal a cargo del avión e insistirles (como si no supieran) que no estar en un lugar con el cinturón es peligroso y que le digan a los padres que mantengan a sus hijos sentados. Y si están gritando lleva siempre contigo unos plumones y papel, ofrécele al papá que le prestas eso para que el chiquitín se entretenga, el mensaje es claro, y buscará ver como “calmarlo”
8. El ruidoso mala onda. Me ha pasado de todo, desde lo XXX (escucha éste podcast) hasta el que pone su música SIN audífonos. ¿Qué hacer? Levántate y habla con los responsables del vuelo, e insiste que de no arreglar eso vas a reportarlos a ellos, pues es su trabajo evitar ese tipo de asuntos. Te van a ver feo, pero lo van a corregir.
9. Los ogros. O se peleó con la novia, el amante, la mama o el jefe, pero se ponen a gritar en su celular. Esto supuestamente solo pasa cuando aterrizas o antes de iniciar el despegue, pero están como locos. ¿Qué hacer? Esperar… son violentos y generalmente nadie puede pararse a ponerlos en su lugar…
10. El que está en el sillón de su casa. Ya acomodaste tu laptop, vas a empezar a trabajar y… el de adelante se echa para atrás y o te rompe la pantalla por prensarla con tu asiento o te cierra la laptop. ¿Qué hacer? O compras una netbook chiquitita para trabajar en el avión, o escoges la primera fila de asientos o en especial salida de emergencia asegurando estar en los asientos que si se reclinan pero los de adelante no… Lo que no puedes hacer es pedir que se enderece, pues en estricto sentido el de adelante está en todo su derecho… Ni modo.
Bueno, espero que puedas resolver estos problemas cuando viajes en avión, que lamento decirte que con el problema de la empresa Mexicana de Aviación, sumado a ser ahora un PAÍS NIVEL 2 en seguridad aérea, algo MUY GRAVE, pues implica que ya no hay códigos compartidos, que si se pierden rutas a otros países ya no se pueden volar por líneas mexicanas y en esencia deben ser voladas por extranjeras, y lo peor es que esto se ha minimizado por las autoridades, y así, los vuelos serán cada vez más caros y con más personas, y todo lo que platico puede suceder con cada vez más frecuencia. Si tienes otras recomendaciones por favor no dudes en comentarlas en este espacio y ¡felices viajes! Finalmente te recuerdo que ofrezco otro tipo de información cada semana en mi podcast: http://dixo.com/author/moises Otra cosa más… Si tienes dudas, escríbeme un correo privado al correo del blog: moisespolishuk@hotmail.com , SIEMPRE contesto, la regla es que sea un tema relacionado con negocios, dudas de tecnología, etcétera (no temas personales). Solo ten en cuenta que para contestarte debes de habilitar los permisos de tu correo para que “otros” puedan mandarte correo. NUNCA contesto en los comentarios del blog, ese es un espacio reservado solo para ti. Y si no te aburro demasiado, puedes seguirme en http://twitter.com/mpolishuk