Estrategia inversa: pensar desde el final para ganar desde el principio

Uno de los libros que más me ha impactado es el de “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva” de Steven Covey. En el menciona uno en particular: “Empezar con un fin en mente” Y es que la mayoría cuando planeamos, lo hacemos viendo solo hacia adelante, sin considerar el fin o la meta que se persigue. En otras palabras, lo que planeamos en la estrategia va construyendo las actividades a realizar sin pensar si esas actividades están ligadas directamente a lo que queremos como el resultado final. Desde esa óptica, ¿no se te hace lógico mejor diseñar hacia atrás o a partir del fin último deseado?

La estrategia inversa

Esta forma de planear consiste por lo anterior en definir el resultado deseado con total precisión (cuantitativo o cualitativo), y luego trazar hacia atrás los pasos necesarios para alcanzarlo.

Esta forma de planear desafía las formas tradicionales de diseño de estrategia, donde se ubica la meta a alcanzar y a partir de allí todas las acciones y recursos para lograrla. Es como si un arquitecto ya imagina el edificio terminado antes de poner un solo ladrillo, o como un director general que tiene la idea de como quiere a la organización en el futuro y a partir de allí va “adaptando” el presente para llegar a esa idea.

Planear de esta manera clarifica inmediatamente el rumbo de todas las acciones.

Además alinea claramente los esfuerzos, se pueden anticipar los recursos y al tomar decisiones ya se puede considerar si cubre o no con el fin último que se está buscando.

Otro factor importante es que en todo momento se están considerando las consecuencias de lo que se va a ejecutar en vez de solo tener intenciones. Esto hace que todos los involucrados desde el primer momento saben hacia donde van.

¿Cuándo aplica usar la estrategia inversa?

Efectivamente, no es ideal hacer esta forma de planeación siempre y para todo. Hay condiciones que favorecen su uso, como lo serían:

  1. Cambio de etapa: es un nuevo producto, un nuevo servicio, hay necesidad de reinventarse.
  2. Entorno incierto: Al pensar desde el resultado deseado se da la dirección sin depender del pasado, esto porque no hay ni datos ni forma de soportar las decisiones que se van a tomar. Simplemente se trata de un camino que nunca se ha recorrido.
  3. Objetivos de largo plazo: Se exige pensar más allá del corto plazo operativo, con una mente más “abierta”.

Y todo esto aplica por igual en los aspectos personales más allá de negocios, por ejemplo cuando alguien busca redefinir su carrera o propósito.

Requisitos para hacer la estrategia inversa

  • Claridad brutal de la meta: si no sabes qué quieres, el método no sirve.
  • Pensamiento sistémico: entender cómo cada decisión impacta en el todo.
  • Olvidar el presente: soltar estructuras, procesos y egos que hoy impiden llegar al destino.
  • Capacidad de retroceder pasos mentalmente, como si rebobinaras la película del futuro. Esto será lo más difícil y lo más común para usar este tipo de estrategia.

Y todo esto no es algo “nuevo” varias empresas han empleado este tipo de estrategia. Netflix diseñó su evolución partiendo del futuro del consumo digital, no del negocio del DVD. En Amazon Jeff Bezos hablaba de “working backwards”, un proceso literal de partir del cliente final y escribir el comunicado de prensa del producto antes de crearlo. Y si se trata de tu Carrera personal sería pensar en el tipo de vida que quieres a los 50 y luego decidir qué tipo de trabajo, ritmo y decisiones debes tomar hoy para llegar ahí.

Conclusión

Es un hecho que el futuro no se adivina, se diseña, y a veces, para construirlo, hay que empezar por el final como es el caso de la estrategia inversa. Lo que debe de quedar muy claro es que no se intuye nada al practicar este tipo de acción, se tiene que tener mucha claridad, solo que empezando por el final.

Un beneficio palpable de la estrategia inversa es que si se ejecuta bien se evitan muchos planes sin buenos propósitos o métricas ridículas que pueden provocar KPIs que no sirven bien (escucha este episodio donde hablo de KPIs tóxicos), o simplemente esfuerzos sin gran utilidad

Por lo anterior, una forma de considerar el hacer o no este tipo de diseño es preguntarse a uno mismo: “¿Si ya supiera cómo quiero que termine esto, qué haría distinto hoy?”


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