Zero Trust: la estrategia que todo consejo directivo debe considerar

¿Qué es Zero Trust?

El modelo Zero Trust (Confianza Cero) parte de la premisa de que nada ni nadie dentro o fuera de la red de una empresa debe ser automáticamente confiable. A diferencia de los modelos tradicionales que confiaban en los dispositivos y usuarios dentro del perímetro de la red corporativa, Zero Trust asume que las amenazas pueden estar en cualquier lugar.

Zero Trust puede sonar muy técnico, pero en realidad tiene implicaciones directas en la estrategia de negocio, en la búsqueda de la continuidad operativa y por igual, en la reputación de la empresa. Por lo anterior no es un tema que solo debe de pensarse como de tecnología, y debe de discutirse en los altos niveles del consejo y/o administración.

Asimismo, Zero Trust, como estrategia de negocio busca como premisa nunca confiar y siempre validar todo tipo de persona, proceso, dato, sistema o dispositivo.

¿Por qué es relevante?

Dentro de los conceptos principales de Zero Trust, está que, en lugar de un acceso abierto, todo intento de conexión se verifica y monitorea constantemente. Cada usuario, dispositivo y aplicación debe demostrar que es legítimo antes de acceder a los sistemas. Esto ha tomado cada vez mayor importancia debido entre otros factores a:

  • El aumento del trabajo remoto y los modelos híbridos que incrementan los puntos de acceso a la red.
  • Los ciberataques, como el ransomware y el spear phishing, que son cada vez más sofisticados.
  • La fragmentación de sistemas y el uso de aplicaciones en la nube que exponen más vulnerabilidades.

Impacto en las empresas

Zero Trust es importante en las empresas precisamente por: reducir riesgos operativos, protegiendo así la reputación y fortaleciendo la resiliencia ante ataques, errores humanos o accesos indebidos. Entre sus puntos más importantes, al emplearlo correctamente se logra:

  • Mayor seguridad: Reduce el riesgo de ciberataques al verificar cada acceso.
  • Cumplimiento regulatorio: Facilita cumplir con normativas de seguridad y privacidad.
  • Protección de datos sensibles: Minimiza la exposición de información crítica.

¿Qué pasa si no se implementa?

Dado que Zero Trust asume que cualquier usuario o sistema puede ser una amenaza, incluso si ya está dentro de la red podemos pensar que, sin Zero Trust un solo error o cuenta comprometida puede poner en riesgo toda la empresa, en tanto que con Zero trust
se puede limitar el impacto de cualquier vulnerabilidad, aislando los riesgos.

Sin Zero trust podrían suceder los siguientes riesgos:

  • Mayor exposición a ciberataques: Sin un enfoque de Zero Trust, un solo punto vulnerable puede comprometer toda la red.
  • Pérdidas financieras y reputacionales: Una brecha de seguridad puede generar multas, pérdida de confianza y daños a la marca.
  • Dificultad para crecer: Las empresas que no adoptan Zero Trust tendrán complicaciones al expandir operaciones digitales.
  • Complejidad para el gobierno corporativo y cumplimiento: Zero Trust refuerza prácticas clave como:
    • Segmentación de datos sensibles
    • Control de accesos basados en roles
    • Auditorías continuas
    • Protección de datos en tránsito y reposo

Aquí se hace notar que un beneficio clave es que Zero Trust ayuda a cumplir con normativas como GDPR, HIPAA, ISO 27001, etc., y de esta forma poder responder más fácilmente a posibles auditorías.

Conclusión

Zero Trust es una forma moderna de proteger tu negocio, tus datos, tu reputación y a tus clientes. Implementarlo demuestra liderazgo responsable, visión de futuro y compromiso con la continuidad operativa.

Además, entendiendo que muchos riesgos de ciberseguridad provienen muchas veces de terceros con los que se tiene que interactuar como lo son los proveedores, servicios en la nube, socios de negocios, canales de ventas y demás miembros del ecosistema natural del negocio de la empresa Zero Trust establece reglas claras, efectúa verificaciones y limita accesos y la forma de compartir la información. De esta forma el CEO/COO/CFO podrán operar con seguridad, sin frenar la operación ni comprometer los activos de la empresa.


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