Hoy en día se cuenta con nuevas formas de comunicación y una de ellas que no podemos obviar son los mensajes de texto.

Si bien es cierto no hay un manual oficial del uso y buenas costumbres podemos decir que a lo largo de los años hemos podido asegurar que se tienen varias reglas y costumbres del buen uso y mejores prácticas para escribir mensajes instantáneos

¿Cómo escribir?

Lo primero es asegurarnos de escribir adecuadamente. Algunos puntos en éste sentido son:

1. NO ESCRIBIR TODO EN MAYÚSCULAS   pues éstas se emplean para implicar que se está gritando. En el mejor caso se está “enfatizando” y a nadie le gusta que se le hable así, a menos claro que específicamente se desea expresar que se está gritando
2. Atajos y abreviaciones: Siguen siendo y siempre serán inaceptables. En el inicio del empleo de sistemas de mensajería desde teléfonos móviles se acortaba la información empleando símbolos o combinaciones de letras y números. Así, por ejemplo “=mente” significaba “igualmente” y nos evitábamos tener que escribir 4 letras (“igual”). Hoy en día los sistemas modernos de casi cualquier teléfono inteligente cuentan con sistemas que adivinan o anticipan por el contexto que escribimos lo que deseamos decir y por lo tanto ya no es necesario recortar palabras.
3. Faltas de ortografía. Esto fue, es y siempre será simplemente inaceptable. No usar los acentos, o escribir con faltas de ortografía no hizo sentido nunca y menos ahora que se puede activar la funcionalidad en casi cualquier sistema de corrección de ortografía automática.
4. Mensajes cortos: Ridículo escribir una gran letanía por texto. Si se va a tener que expresar mucho es mejor hablar por teléfono. La idea es hacer esto como un mensaje corto.
5. Evitar groserías. Hay que recordar que todo queda por escrito, puede re enviarse o guardarse como evidencia de un mal momento¿Qué es lo correcto e incorrecto?Se debe de enfatizar que no hay un manual escrito de buenas costumbres pero en general:1. Se debe de contestar rápido a un mensaje instantáneo. Idealmente en los siguientes 5 minutos después de haberlo recibido. Si no se va a poder hacer esto se debe indicar en el mensaje de la persona que no podrá contestar sino hasta tal hora o momento, por estar en el trabajo, manejando, etcétera.2. Si no se le puede decir a alguien algo de frente no se debe de hacer por texto. Se gana un falso sentimiento de valentía para decir majaderías, ofensas o maltratos a las personas por éste medio. Simplemente es inaceptable y queda escrito como evidencia el mal proceder de alguien al hacerlo3. Cuidar bien a qué grupo de personas se le está escribiendo. Damos por visto que el grupo “trabajo” puede involucrar a veces a personas que no les competen ni interesa lo que estamos escribiendo y por flojera no validamos a todas y cada una de las gentes que van a recibir lo que escribimos. Muchas veces esto es poco relevante para algunos y acabarán por bloquearnos si hacemos esto de manera muy frecuente.¿Qué hacer para no distraerse al manejar?

Está más que comprobado que escribir mensajes de texto mientras se maneja ya es hoy una causa que supera los accidentes por manejar en estado de ebriedad.

Ya no hay una sola persona que no conozca a otra que ha tenido un accidente por ello y lamentablemente otros tantos que conocen a personas que han perdido la vida. Esto es simplemente inaceptable.

Para ello las sugerencias son:

1. Simplemente no hacerlo. Poner un texto en la información inicial que indique que se está manejando
2. Activar en la mayoría de los teléfonos la función que deshabilita la alerta de mensajes recibidos. Así es, varios teléfonos hoy en día “saben” cuando se está manejando y pueden suspender las distracciones
3. Adquirir programas que leen en voz alta los textos y permiten contestarlos a manos libres. Existen varias de éstas aplicaciones y si urge estar conectados son una alternativa menos peligrosa, pero por igual pueden distraer a las personas.
4. Pedirle al copiloto que atienda los mensajes en caso de ir acompañados

Entre los principales puntos para estar seguros.

Evitemos ser una estadística más de personas que por imprudencia mataron o hirieron a alguien o tristemente perdieron la vida.