¿Dispositivos o servicios?

 

No cabe duda de que vivimos tiempos muy interesantes. La capacidad de emplear aplicaciones útiles sin tener que estar físicamente en un lugar específico como la casa u oficina están llevándonos a nuevos y agradables tiempos de productividad y de lo que se llama “cero tiempo de latencia” o ejecución de una tarea de forma inmediata.

Para ello, lo claro es que se requiere de dispositivos “verdaderamente” inalámbricos, esto es:

  • Que una carga de energía al día permita emplearlos hasta el siguiente día
  • Que cuenten con varios métodos de comunicación hacia internet, sea esto en sitios WIFI y de preferencia con la capacidad de emplear la red celular
  • Que puedan almacenar alguna versión “ligera” de nuestras aplicaciones frecuentes para el poco probable caso de no estar con conectividad pública pero a su vez que sean muy compactos y ligeros
  • Que sean rápidos y con buena definición

Por solo hablar de unas cuantas características fundamentales.

Sin embargo, puedo afirmar que estos dispositivos solo serán tan buenos y productivos como las aplicaciones que empleen.

Así es. Sin aplicaciones, cualquiera de las

  • Ultrabooks
  • Tablets (o tabletas)
  • Equipos híbridos (tabletas con teclado desprendible)
  • Phablets (Teléfonos celulares que “doblan” con la característica de ser tablets)

Simplemente, no nos servirían de gran cosa.

Es más, puedo prácticamente garantizar que un sistema operativo será más o menos deseado solo por el tipo de aplicaciones que se desarrollen para ese ambiente.

El problema es que gran parte de las aplicaciones desarrolladas son “importadas” esto es, fueron creadas para resolver problemas de sociedades ajenas a las nuestras. Ello conlleva a tener que “adaptarse” a la forma de trabajo de otro sitio, con otras necesidades y costumbres.

Claro, existen aplicaciones “universales” que no demandan pertenecer a una u otra región. Pero claro también, existen problemas locales que no todas las aplicaciones tienen buena respuesta.

¿Cuál es mi conclusión? El criterio es y seguirá siendo emplear tablets o su equivalente. El problema es el uso real que se le da a estos dispositivos. Si la mayoría del tiempo solo sirven para jugar, esa productividad de la que hablaba en un principio se verá no solo eliminada sino además veremos mayores efectos de falta de trabajo a cambio de solo estar jugando, viendo videos recreacionales o todo lo anterior.

Sin embargo, si se crean las aplicaciones dentro del mismo trabajo, o bien se estudió desde un principio que aplicaciones incrementaban la productividad de acuerdo al ambiente flexible de trabajo y necesidades personales de las personas o las nuestras propias y con base a eso se selecciona el dispositivo, siento que será mucha mejor alternativa que solamente hacer lo que todos los demás hagan por moda o por seguir “epidemias tecnológicas”.

Sin duda el futuro inmediato será muy interesante. Esperemos que todos piensen bien en su balance de vida de acuerdo con esos nuevos servicios y dispositivos. ¿Tú que piensas?

 


2 respuestas a “¿Dispositivos o servicios?

  1. Pienso que cada uno de los dispositivos que utilizamos están diseñados para funciones específicas.
    Lo que pasa hoy en día algo que surgió para comunicarnos el celular a este le han agregado infinidad
    de aplicaciones por consecuencia hoy en día lo utilizas para todo menos para hablar directamente
    con la persona.

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