Algunos lo sienten ofensivo, otros solo desean escuchar lo que ellos esperan escuchar, pero el “arte” de dar retroalimentación a cualquiera es por demás importante.

Digo esto porque a últimas fechas me han estado mandando “invitaciones” a dar retroalimentación a medio mundo de forma electrónica, y no siempre disfrutan el resultado cuando se es sincero.

En mi opinión la retroalimentación (o “feedback” para los que disfrutan el inglés) es fundamental para estar motivado a realizar cualquier actividad. Si no se sabe que tan bien o mal se hace algo solo se vive en una incertidumbre que no condice más que a temores no fundamentados, a dimes y diretes.

Sin embargo, no saber dar una retro adecuada (que es el caso más común) además de desmotivar puede generar todo un ambiente viciado de trabajo.

Después de muchos intentos, te comparto algunos puntos que pueden hacer la diferencia para mejorar la forma de ofrecer retroalimentación.

Ser realista. En especial si algo estuvo mal, se debe de decir la verdad, tal cual, de forma objetiva y clara. Lo que no hay que perder de vista es el objetivo, en pocas palabras, la forma de mejorar o corregir lo acontecido. Se debe de indicar lo que se hubiera esperado, y la responsabilidad y expectativas que no fueron cumplidas. NO usar groserías. NO levantar el tono de voz y SIEMPRE ver a la persona de frente.

Evitar la duda. No obstante un problema, la persona que recibe la retro debe de acariciar la posibilidad certera de cómo hacer eso bien la próxima ocasión. Para ello se deberá de ser específico, esto es, que se necesita mejorar, enfatizando toda acción que está en sus posibilidades cambiar, y evitando exaltar “el esfuerzo” que se hizo si en especial no hubieron buenos resultados. Muchos pueden tomar eso como burla, como una forma de decirles “pobrecito/a”.

Es mejor admirar la acción y no la persona. Si se enfatiza en aspectos como la creatividad para resolver una situación, la cuidadosa planeación, la persistencia, etcétera y no como tal a la persona, cuando las cosas no vayan bien, la persona acudirá a estos atributos en vez de frustrarse por sí solo. Destacar las acciones es ofrecer en un futuro las acciones para resolver el problema.

Como conclusión: Debe de verse la retroalimentación como una oportunidad para hacer a una persona mejor y no hacerla sentir mejor, si se desea que progrese con respecto al trabajo a actividad deseada.